Sandra Melgarejo. Madrid
Neurólogos y psiquiatras han profundizado en los aspectos psiquiátricos y en la demencia asociados al párkinson en el simposio ‘Buscando respuestas en la enfermedad de Parkinson’, coordinado por María José Catalán, neuróloga de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, acreditado por la Sociedad Española de Neurología (SEN) y organizado por Lundbeck.
María José Catalán.
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En la reunión se han abordado problemas psiquiátricos como los trastornos del control de impulsos y de abuso de la medicación, “dificultades algo enigmáticas y difíciles de interpretar bien en la enfermedad de Parkinson”, comenta Catalán. En este sentido, una de las conclusiones ha sido que “parece que los trastornos de impulsividad en la enfermedad de Parkinson guardan más relación con la medicación que con la propia enfermedad, aunque todavía queda por esclarecer esto con más precisión”.
Además, se han revisado las causas de la demencia en el párkinson, “un tema muy controvertido porque todavía no sabemos si es una entidad única o una mezcla de entidades, en las que también estaría implicada la enfermedad de Alzheimer”.
Por otro lado, se han tratado “novedades de la cirugía del párkinson que podrían optimizar los resultados” y se ha hablado sobre la estimulación magnética transcraneal, “una técnica que puede ayudar a modular algunos problemas en la enfermedad de Parkinson y entender más su fisiopatología”, explica la neuróloga.
Volviendo al trastorno del control de impulsos, Catalán reconoce que, aunque la fisiopatología “está más definida”, todavía hay puntos que “no se entienden y que hay que seguir investigando”. “Los neurólogos que vemos el párkinson nos encontramos con problemas psiquiátricos que, a veces, nos cuesta trabajo entender y manejar, y que son superponibles a lo que ocurre en algunas patologías psiquiátricas. Aunque estos trastornos están condicionados por la medicación antiparkinsoniana, hay pacientes que tienen más susceptibilidad que otros para desarrollarlos, pero todavía no tenemos argumentos sólidos para poder decir que también tenga algo que ver la propia neurodegeneración de los pacientes”.
La coordinadora del simposio señala que los problemas psiquiátricos de impulsividad “afectan tremendamente a la calidad de vida de los pacientes y a sus relaciones sociales”, y que ocurre los mismo con la demencia. “Es muy importante que definamos bien qué es lo que pasa, qué pacientes son más sensibles a tener estos problemas y cuáles son las causas, para encontrar alternativas terapéuticas que ralenticen el proceso o ayuden al paciente a sobrellevarlo mejor”. Catalán considera que “psiquiatras y neurólogos tienen que trabajar de forma conjunta para buscar explicaciones a un problema común y ayudar a los pacientes”.
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